Capa de Ozono, cambio climático y regeneración

Una de las primeras cosas que aprendemos cuando somos chicos es que la capa de ozono protege a la Tierra de la radiación ultravioleta (UV), que se compone de dos tipos de rayos que se llaman UVA y UVB. Sabemos también, que con el correr de los años, muchas actividades humanas han afectado a esta capa protectora, generando el famoso “agujero en la capa de ozono”.

¿Cuál es su importancia?, ¿qué tiene que ver el cambio climático y la regeneración?.

A fines de los años ‘70 se descubrió que el uso de sustancias químicas estaba generando un agujero en la capa de ozono. Estos gases tóxicos, además del dióxido de carbono que se desprende como consecuencia del efecto invernadero, contribuyen al aumento de las temperaturas del planeta a nivel global, constituyendo un riesgo para la vida no sólo de los seres humanos; sino también de los animales, las plantas y los ecosistemas terrestres en general.

¿En qué se traducen estos riesgos? Para los humanos, en un aumento de la posibilidad de contraer enfermedades inmunitarias, cataratas y algunas formas de cáncer. En el caso de los animales, sus ciclos biológicos y químicos se ven alterados. Y específicamente en lo que hace a las actividades humanas, se ha comprobado que estas sustancias tóxicas inciden en la producción agrícola de las plantas.

Aunque pueda parecer que el panorama es totalmente negativo, la realidad demuestra que estamos a tiempo de revertir el daño. Se detectó que al comenzar a prohibirse el uso de sustancias químicas que afectan a la capa de ozono, el tamaño del agujero que se encuentra en ella se reduce.

¿Cuál es el aprendizaje que esto nos deja? el CAMBIO es AHORA. Existen acciones concretas que ayudan a regenerar nuestro planeta, es decir mejorar la capacidad de los sistemas de soporte necesarios para el crecimiento futuro, y es momento de implementarlas. Nuestro poder de acción y de transformación es mucho más grande de lo que creemos. Casi tan grande como la capacidad de la Tierra de regenerarse.